La primera vez que oí hablar de R.R. fue en los 70 cuando toda la "progresía" gallega ... aquellos hijos e hijas del mayo francés que vivían entre manifestaciones y protestas los últimos años de Franco llenaba sus estantes y librerías de esas expresivas figuras representando a demonios, animales fantásticos, santos...
Su cerámica tenía algo distinto que atraía, esa mezcla de ingenuidad y perversión, de ángeles y demonios, de fantasía desbordante... Además se podía comprar directamente a la artista en la feria de Barcelos aquella famosa feria de los jueves por unas pocas pesetas...
Bastantes años después conocí la biografía de aquella mujer analfabeta que empezó a modelar en barro sus sueños y visiones casi a los 60 años, de una forma compulsiva para espantar la depresión en que la habia sumido la muerte de su marido , el molinero y padre de sus 7 hijos.
Aquella mujer triunfó en su norte de Portugal, en una zona de artistas y alfareros contradiciendo el refrán de que nadie es "profeta en su tierra"; y fue exaltada y condecorada tanto por la dictadura de Salazar como por el democrático gobierno de los claveles.
Rosa Ramalho ha sido para mi un modelo y un ejemplo a seguir.
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