Al fin mi barnizador de cabecera... al que me une una larga relación amor-odio... me ha traído después de cuatro años... palmo más, palmo menos... un ropero antiguo, que yo ya había previamente decapado y quitado el azogue del espejo para convertirlo en vitrina.
Después de tanto tiempo se le perdió el copete (para no iniciadas una moldura superior con unos remates y una especie de escudo) pero aquí está en todo su esplendor. Creo que es de caoba.
Desalojé un estantería que ahora puse en mi habitación... más sitio para libros, aunque ahora tengo la cama arrimada a la pared lo cual confiere a mi dormitorio un aire de vagón decimonónico.
El caso es que metí toda la loza azul, que es la más lucida, aun tengo que jugar un poco: Marián estás invitada,: Esto mejor aquí, esto me lo pido, esto arriba, a esto le ponemos un libro antiguo debajo, aquí un ramito atado con una cinta...
Por si a alguien le queda alguna duda todo está en venta, armario incluído!
Chulísimo quedó y lo del copete perdido casi que mejor... Ahora, tu barnizador tiene tela... 4 años! O está hasta las trancas de trabajo (que menuda suerte con los tiempos que corren...) o es un relajao... Pero que está bonito, está bonito.
ResponderEliminarDejémoslo en relajao... no me gusta jurar por escrito!
ResponderEliminarNo doy crédito Cris... El mío tiene copete, como dices tú, y dos bolas labradas en espiral a cada lado. Lo que fue su puerta es ahora un espejo bien grande que tengo en mi cuarto, con la cerradura de latón dorado incorporada. Deforma un poco pero es que es muy antiguo. En el mío tengo puesta la cristalería y mi vajilla blanca del Castro y parte de una de Sargadelos ... Su cajón guarda velas de olor, la caja de costura, la de los hilos y media cubertería de plata que tiene su edad, más o menos. Era un armario ropero de mi abuela paterna, y la cubertería era suya también. Yo lo cuido con cera, dos veces al año y es lo único antiguo y bueno que tengo.
ResponderEliminarAmanita... No sabes la ilusión que me hace que me leas... Los espejos antiguos tienen mucho encanto y no deben cambiarse nunca si no están rotos,,,aunque deformen o aunque tengan el azogue gastado ya que esa es parte de su encanto... Qué suerte una vajilla de Sargadelos,,,Eres gallega?
ResponderEliminarLa del Castro es un regalo de bodas, la de Sargadelos otra herencia, esta de mi madre, pero me falta una parte, los platos lisos nada menos. Criéime o ladiño de Sargadelos, no antigo concello de Cervo, cuando tiña todas as suas pedanías, o século pasado.
ResponderEliminarTe leo casi siempre, en cuanto tengo un ratín.
Hummmmm! Qué bien!
ResponderEliminarMe encanta tu blog, que lo sepas! Eu son de bastante mais abaixo...
Me muero de ganas de verlo en directo,esta precioso,creo que no hay que mover nada,bueno seguro que tienes cosas tan bonitas que a lo mejor....la balda abajo a la izquierda...no consigo saber que es.Un abrazo CRIS me rechifla
ResponderEliminartu blog.
Ya sabía yo como le iba a gustar a Marian , a mi tambien me rechifla, me recuerdea tanto al mio, pero eso de estar 4 años para barnizarlo.. se me quitan las ganas de mandarlo yo tambien.
ResponderEliminarMe encanta tu blog, a ver si sou capaz de mandarte el comentario.
Elena, ya sabes que Enrique hace años que me perdió el respeto...
ResponderEliminar