Ayer improvisé un guiso riquísimo con unos restos, y además usé una pasta ideal que había comprado en Ikea con forma de cabeza de reno...
Las niñas estaban con su hermano mayor y aterrizaban al cabo de un rato , con el ínclito más la novia, más un espontáneo, más hijo numerodos que estaba arriba se supone que ablandando algo porque llevaba dos horas dejando correr el agua de la ducha...
Encendí la cocina... Maniobra fundamental cuando se quiere cocinar algo en invierno, despegué con una cuchara de madera del fondo de la tartera lo que estaba pegado, deshuesé los zancos que quedaban sobre la marcha... Me lavé el pringue con Fairy el milagro antigrasa.... Añadí todo lo que encontré a mano y un par de tomates... Y al abrir el tarro (por supuesto antiguo) del arroz... me saludaron unos tres o cuatro granos desde el fondo.... Eso sí con cariño...
Me subo a una silla y busco freneticamente entre los paquetes del estante superior: lentejas3, arroz 0...
Y ahora que hago? Allí estaban las cabecitas de reno en su bolsa de celofán ... Venga al fuego! No hay tiempo que perder... Agua , un avecrem, un poco de pimienta, más sal , agua a voluntad... Y en 15 minutos,,, Rico, rico!
Aun me dio tiempo a ponerme la bota de agua, salir fuera y cortar unas flores de un magnolio y unas ramas de otro, y ponerlas en la mesa que es lo que más me gusta de cocinar... Poner la mesa bonita...
...Estos "problemillas " de intendencia sólo los entendemos las q alguna vez los hemos padecido... ¡ya les gustaría a muchos ejecutivos tener ese poder de resolución...!!
ResponderEliminarViva la capacidad de improvisación! Y que suerte poder salir a coger tus propias flores...
ResponderEliminarPues sí, Bea, pues sí...
ResponderEliminarMe encanta Helena, es fantástico...