No la conozco
pero, hasta ahora,
las mujeres del mundo la han sobrevivido.
Sería por estoicismo
o porque nadie les concediera entonces
el derecho a quejarse
que nuestras abuelas
llegaron a la vejez
mustias de cuerpo
pero fuertes de alma.
En cambio ahora
se escriben tratados
y, desde los treinta,
empieza el sufrimiento,
el presentimiento de la catástrofe. El cuerpo es mucho más que las hormonas.
menopáusica o no,
una mujer sigue siendo una mujer;
mucho más que una fábrica de humores
o de óvulos.
Perder la regla no es perder la medida,
ni las facultades;
no es meterse cual caracol
en una concha
y echarse a morir.
Si hay depresión,
no será nada nuevo;
cada sangre menstrual ha traído lágrimas
y su dosis irracional de rabia.
No hay pues ninguna razón
para sentirse devaluada.
Tirá los tampones,
las toallas sanitarias.
Hacé una hoguera con ellas en el patio de tu casa.
Desnudate.
Bailá la danza ritual de la madurez.
Y sobreviví
como sobreviviremos todas.
Gioconda Belli.
Faltaría más!!!!
ResponderEliminarA mí la menopausia no me ha producido ni depresión ni malestar ni nada parecido. Y soy de las pocas mujeres (la ginecóloga se quedó alucinada cuando se lo dije, incluso especificó que era la primera 'menopáusica' que le hacía ese comentario) a la que los sofocos no le producen ningún problema, sino todo lo contrario. Como el calor me encanta, me siento perfecta. Poca ropa, una chaqueta anudada a la cintura o a mano por si hace falta y todo resuelto. Claro que estoy en casa, seguramente si fuera a un centro de trabajo no sería tan sencillo pero también al desempleo hay que sacarle lo poquito bueno que tiene. Así que menopáusica completa pero sin problemas y feliz...
Querida Elisa: También le veo a los sofocos su parte buena, he dejado de necesitar calcetines de lana y jerseis de cuello subido. El problema es que tengo que tomar a consecuencia del cáncer un tratamiento de antihormonas que me provocan un montón de efectos secundarios. Pero viva y coleando que es lo que importa. lo demás son frivolidades.
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