Desde muy pequeña y para horror de mi familia, supe que mi vocación auténtica era la de trapera.
Al mismo ritmo que yo iba recogiendo y escondiendo "tesoros" por las esquinas de casa, mi madre los tiraba sin compasíon. Charo la vecina de abajo de la infancia me recordaba que lo primero que decía al entrar en la suya era: ¿Tienes algo que no te sirva?.
Hoy hemos ido, Bola y yo de safari.
Nieves compró hace poco unos libros de una casa que se había vendido y el dueño le dijo que cuando se mudara podíamos ir a buscar lo que quisieramos.
Imaginad una casa maravillosa de hace más de un siglo abandonada y con todas las puertas y ventanas accesibles . Con un montón de escaleras, ruidos extraños, rincones...
Qué placer: Papeles, cristal, fotos, sillas, hierros, cestos, maletas, cacharros, ... Aunque olvidé la herramienta básica: destornillador y linterna.
Hicimos 3 viajes con la furgo e intentaré volver con herramientas...
No me lo puedo creer! Es mi sueño hecho realidad! Qué emoción! Yo siempre he pensado en una buhardilla llena de "trastos" pero un casón como ese ya es la repanocha... te envidio. Vuelve,cuenta y muestra qué has recuperado porfa.
ResponderEliminarHaré fotos... Conste que me acordé de ti Helena y de las maravillas que podrías hacer...
ResponderEliminarUn beso
¿Si? qué bien, me gusta que te acordaras de mí. :-)
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