Como ya publicité en todos los medios informáticos a mi alcance , el primer fin de semana de marzo Nieves y yo montamos el acostumbrado tenderete medieval-renancentista en la fiesta-jolgorio que se organiza cada año en la maravillosa villa que habitamos para recordar la vuelta de uno de los pinzones despues de hacer las americas allá por el 1493.
Os cuento:
El sábado fue nefasto. Menos mal que lo amenicé con la lectura de Futuro imperfecto, y cuando se me acabó empezó a llover con lo cual plegué y deje a mi partenaire con todo el embolado , que una está mayor...
El domingo fue mejor... Un tiempo excelente, recibimos varias visitas agradables, vendí, reí, y decidí que el año próximo cambio de gremio... No sé si dirigiré mis pasos hacia el bocadillo de chorizo goteante , al de espadas de madera, o al de coronas de flores de plástico.
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