La primera vez que te vi, resplandecías.
Tus pies se levantaban ligeramente del suelo, y todo a tu alrededor por contraste parecía gris y empolvado.
Llevabas pantalones oscuros, una camiseta blanca y el pelo recogido con un pañuelo de gasa roja entretejida de hilos dorados.
Giraste la cabeza y sonreíste a alguien que estaba detrás de mi. Y tu luz me iluminó por dentro, me hizo desear ser mejor para merecerte.
Era de noche , la música sonaba con fuerza, y todo el resto de la gente que llenaba aquella discoteca playera de finales de los setenta parecían insignificantes a tu lado..
Bailabas...
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