Indignada y humillada.
Así nos sentimos ante la campaña de descrédito y castigo a que está sometiendo la administración a la escuela pública.
Hoy vamos a Santiago a manifestarnos. No es cuestión de dinero ni de horas de trabajo.
Queremos que se nos reconozca nuestra labor.
Creemos en la enseñanza pública como la única capaz de remediar y compensar las desigualdades sociales , económicas y culturales.
Buscamos la excelencia para nuestra escuela. No nos vamos a conformar con menos.
No puedo estar a vuestro lado físicamente pero lo estoy con toda la fuerza de mi pensamiento. Cada día me siento como dices en tu reflexión: más indignada y hasta humillada. Cuando leí hace unos días el informe de la sacrosanta FAES donde dictaminaba que el resultado escolar era debido, fundamentalmente, a la 'buena' o 'mala' genética, a la indignación se le añadió la humillación. Si por ellos fuera, seguramente y a estas alturas de nuestras vidas, muchas de nosotras estaríamos contando con los dedos de las manos. De eso a la supremacía de unos pueblos sobre otros se llega en un plis-plas...
ResponderEliminarUn abrazo para todos los que estén hoy a tu lado. ¡¡¡VALOR Y FUERZA!!!
Muchísimas gracias por tu valor y tu fuerza Elisa!
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